Su estética, inspirada en los años 50, combina perfectamente colores vibrantes con esquinas redondeadas que traen a nuestros días el optimismo y la magia del pasado. Cada detalle está pensado para crear productos robustos, duraderos, eficientes, fáciles de usar –y de limpiar–; pues son mucho más que sólo utensilios para la cocina.